1917
- juanciambotti
- 31 ene 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 feb 2020
De la mente de Sam Mendes (Belleza Americana y Jarhead), 1917 es realmente una experiencia cinematográfica sensorial del más alto calibre que sigue la historia de dos soldados británicos en el contexto de la primera guerra mundial.

La premisa es simple. En el contexto de la primera Guerra Mundial, en el frente occidental, el general británico Erinmore (Colin Firth) encomienda a los cabos Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman), dos jóvenes soldados británicos, una misión estrictamente imposible. Deberán entregar un mensaje urgente y decisivo al coronel MacKenzie (Benedict Cumberbatch). Pero para realizar esta misión, a primera vista de carácter simple, deberán abandonar la trinchera a plena luz del día y avanzar por el campo francés ocupado por los alemanes. Sin respiro, en una carrera a contrarreloj, los dos soldados atravesarán angostas trincheras, alambrados y campo a través de un entorno de muerte y destrucción, rodeado de cadáveres de hombres y animales. Solo disponen de unas pocas horas para cumplir su cometido y evitar a toda costa un violento ataque. Si no llegan a tiempo, 1.600 soldados británicos perderán la vida, entre ellos el hermano de uno de los dos jóvenes.
De la misma manera que en películas como "La Soga", "El Arca Rusa" y "Birdman" anteriormente, "1917" es una joya técnica y un brillante ejemplo de la proeza cinematográfica al presentarse como un único plano secuencia siguiendo en tiempo real las acciones de estos dos soldados en su tentativa por cumplir su misión. El encargado de llevar adelante este trabajo monumental es el mismísimo Roger Deakins (Mi director de fotografía preferido y DF de películas como Barton Fink, The Shawshank Redemption, Fargo, Blade Runner 2048, Kundun, El Gran Lebowski, Skyfall, Sicario y la lista sigue y sigue) y lo hace de manera fantástica al esconder los cortes de manera realmente imperceptible, con un trabajo de cámara notable y, como buen mago, con algunos trucos de distracción. Pero el hecho de que Mendes haya decidido realizar la película en lo que parece ser un solo plano contínuo, no es meramente un lindo gesto técnico que sobrepone la sustancia por sobre el contenido, sino que sirve para generar una experiencia cinematográfica inmersiva, realmente nos pone en la piel de estos dos soldados. La única información que tenemos esta a la vista, en todo momento vemos solamente lo que ellos ven y escuchan, generando en nosotros, el espectador, una tensión continua y palpable.
Otra cosa que quiero remarcar es lo impresionante del set de filmación y las locaciones de 1917. Gracias, Sam Mendes, por dejar de lado la pantalla verde que hoy en dia invade nuestro cine contemporáneo y utilizar sets y locaciones reales, porque realmente nos ubica en tiempo y espacio en el contexto de la primera guerra mundial y nos hace ver en primera persona, sin abusar de golpes bajos, las consecuencias y los horrores de la guerra. Algunos ejemplos de lo majestuoso de esta producción, primero el equipo diseño maquetas gigantes específicas de cada locación. En la escena de la ciudad en ruinas por ejemplo, al utilizar bengalas como principal elemento de iluminación, el equipo probo en la maqueta con luz artificial el movimiento específico de la bengala y la duración de la misma, para ver como se movian las sombras y como entraba la luz por las ventanas de los edificios. Las trincheras y los campos con cráteres fueron creados realmente, mas de 1500 metros de trincheras fueron construidos para el rodaje. Otro dato increible es que la principal fuente de luz para toda la película fue la luz natural, ya que colocar luces artificiales en las trincheras generaba el riesgo de que alguna se vea por accidente, asi que Deakins solo filmaba cuando el cielo se nublaba (Los días nublados son los mejores para sacar fotos o filmar, ya que cuando sale el sol complica las tomas porque genera más sombras). Para generar la continuidad que se ve a lo largo del film, solo un poco de sol bastaba para detener la filmación y había que esperar a que se nuble nuevamente para volver a filmar, un verdadero ejercicio en paciencia y un claro dolor de huevos, de más esta decirlo.
Muchos van a comparar 1917 con "Rescatando al Soldado Ryan", sin embargo esta mas que claro que Mendes toma mucho de películas como "La Patrulla Infernal" y "Sin Novedad en el Frente", ambas películas situadas en el contexto de la primera guerra mundial. La escena del soldado cantando es una clara referencia al final de la película de Kubrick, protagonizada por Kirk Douglas, donde una mujer alemana, atrapada por el ejercito francés, canta en una taberna para todo un pelotón dejando a todos los soldados en llanto, admirando y disfrutando un momento de humanidad en un contexto de muerte y desesperación. Aunque 1917 no alcanza el mismo nivel de profundidad emocional que los films ya mencionados, no deja de ser un notable ejemplo de una historia sencilla elevada por los gestos técnicos cinematográficos y una notable performance de su protagonista, el joven George Mackay, repleta de autenticidad e humanidad.
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